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  • Foto del escritorrebé fernando valderrama

EL MIEDO

Actualizado: 9 nov 2023



Para la gente algo que no merece dedicarle tiempo para alguna reflexión algo más detenido, no obstante la cima de nuestra existencia tanto como individuo y sociedad; está marcada de forma indeleble por este tema que trataré a continuación, siempre teniendo por propósito que pueda ser comprendido mi planteamiento en esta cuestión, desde la única perspectiva como es el Kabalah.


Si bien no es mi intención dar una definición al respecto, sino más bien describir en lo posible su fenomenología, y su relación superlativa con el Kabalah que iremos explicando lo suficiente, de tal suerte que permita entender esta relación.


Tengo la certeza de que todas las personas perciben este asunto del miedo como algo ajeno a ellos mismos, como algo que no les pertenece, como si fuese algo ajeno a su naturaleza individual propia como ente, y por ende tampoco entiende su relación con la sociedad humana en la que cotidianamente un sujeto como cualquiera que vemos vse desenvuelve como su medio vital.


Esta concepción es el "eje solidario", válgame la expresión, para comprender la esencia de la naturaleza humana en su dinamismo individual, y social.


Causa a cada cual un profundo conflicto interior, con el solo hecho de padecerlo en algún momento, quizás por un instante, o más prolongado, que nos descompone de manera tal, que toda funcionalidad individual y cotidiana se ve afectada de manera significativa y creciente. Asimismo su siquis padece la alteración de su estado, de manera importante, y como consecuencia los efectos se hacen sentir en cada una de las funciones normales del cuerpo.


El es aquello descompone la existencia en su fundamento esencial.

No me refiero a una falla material o técnica de alguna clase. Quiero decir con esto y en palabras simples, que no estamos hechos para el miedo, el ser está no hecho para existir en el miedo, como un elemento esencial a su ser, no le pertenece, no es inherente a nuestra esencia como creatura dotada de razón.


La causa de disociación en el individuo, a todo nivel que concibamos del sujeto, ninguno tiene la gravedad que tiene el miedo en la persona humana, y también en las demás creaturas, todas. Esto nos llama a la profunda reflexión.


Ciertamente cada individuo vivencia este fenómeno de distinta manera, intensidad y percepción, es decir, no percibe ni reacciona de una misma forma que sea común a todos los sujetos, sino que equívocamente en cada individuo. Ni sus efectos serán idénticos, sino que particulares a cada individuo.


El miedo es inequívocamente distinto de mi existencia, no obstante, puede condicionarla de manera diversa, en como esta se verifica en la realidad.


Todo sujeto está consciente de esta mal llamada "emoción", voy a llamarla de esta manera para referirme a la misma, aunque en estricto rigor no es una emoción, como lo puede ser un fugaz momento de alegría. Esta aparente sin mayor trascendencia, no es tal, sino que nos lleva a consideraciones existenciales, filosóficas, religiosas, teológicas, que destruyen la base misma de todas las creencias humanas, hasta ser despojados de nuestras auras, reducidos al sin sentido en términos absolutos.


Nada de esto se percibe tan vívidamente fuera de un contexto espiritual, místico; si bien se esboza intelectalmente, y no sin algún vestigio de desasosiego, y de negación.


Sino que cala muchísimo más hondo que un superficial y breve instante, más denso en su percepción, es la negación de cada uno de nuestros efímeros momentos más felices.


Satura nuestros sentidos hasta el extremo de la inmovilidad, incapaces de distinguir una cosa de otra, donde la realidad se vuelve una masa sin forma, a la que no se puede dar un orden inteligible, todo es confusión, y desorientación en tiempo y espacio.


Pues tenemos la capacidad, el sentido para percibir, y más aún definir, aunque pueda ser de manera difusa y poco clara, como una percepción vivencial solamente en la mayoría de las personas, el -Tremor Gentium-, el miedo de las gentes.


En ningún caso poseemos alguna sensibilidad corporal de esta que denomino "emoción", que como ya dije no es tal, es decir, no tenemos el sentido del miedo de la misma forma que lo hacen nuestros cinco sentidos ya de todos conocidos.


Algunos han tratado de forzar sin sustento un sexto sentido genérico que supuestamente percibe aquellas sensaciones que los sentidos con los que estamos dotados desde que nacemos están imposibilitados de hacerlo; una suerte de sexto sentido multipropósito en el cual tampoco lo hallamos en su supuesto espectro de percepción; y si se inventara otro sentido más para sentir lo que los demás sentidos no hacen, sería exactamente lo mismo, el miedo no le sería perceptible.


Queda la pregunta como sabemos cual es la naturaleza del miedo y como podemos captarlo si sensorialmente no nos es posible, de qué manera lo captamos, entonces.


Peyorativamente, lo vivenciamos dentro de una cadena de acontecimientos presentes, no del pasado ni de cosas que aún son inciertas, que de alguna manera se retroalimentan unas de otras, cada evento por sí mismo puede potenciar otro en una escala progresiva que no es posible racionalizar en el momento, por el tiempo largo que se requiere para ello, sino que se internalizan avasallando a la razón y causando respuestas emocionales en un caos de amplio espectro.


Vanamente busca establecer las relaciones sin sentido, puesto que las emociones tiene un origen comprensible, se pueden explicar y plasmar de diferentes formas explícitas.

Cada una de las emociones que se sienten, no se puede vivir en el caos emocional permanente, destruyendo nuestro sistema nervioso, incapaz de conducir tal cantidad de estímulos emocionales yendo y viniendo sin ningún orden racional.


El miedo en cuanto fenómeno metafísico es intuitivo, e instintivo según sea el caso; la sicología como tal, tiene una manera de abordar este fenómeno, que es del todo racional, sin poder aceptar otra cosa afuera de un discurso académico, en cada situación puntual, tanto como en su conjunto, necesariamente racionalizará todas las variables posibles del fenómeno. En tal situación más que buscar alguna explicación en el conocimiento, será su objeto último, los efectos materiales, tangibles, cuantificables y manipulables, pasando al estudio de los usos dentro de una ingeniería social, donde efectivamente tiene un uso masivo, ante de imposibilidad de abordar otros planos que les pudieran ser de utilidad pragmática.


En esto último se puede constatar con toda claridad, las implicancias éticas y morales en el campo antropológico y social.

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